Ir al contenido principal

Entradas

Destacado

Editorial

Quienes han guardado una flor entre las páginas de un libro quizá, sin ser conscientes, han manifestado una paradoja inherente a la escritura, que consiste en su asociación con la muerte. Alguna vez levanté una hoja de árbol de maple de la calle y la convertí en un separador. Años más tarde, esa naturaleza marchita se desprendió de la novela. Resucitada, me acomodó un golpe de boxeador directo a las entrañas; me hizo inhalar una polvareda venida de mi corazón desfragmentado. Dos planos de realidades opuestas se habían conectado: el de ese pedazo orgánico, inerte, entre las páginas amarillentas, muertas, por un lado, con mi situación de hombre adulto, vivo, entre cajas de mudanza atiborradas de decisiones, dolor y recuerdos, por otro. Pues bien, recordé este efecto de la paradoja cuando surgió la idea de crear esta revista. Confieso que no me estresé al ajustarlo al concepto editorial. Cambié “libro” por una de sus partes, la “guarda”; también reemplacé “flor” por “hoja”, alg

Últimas entradas

Como es febrero 14, amor es...

HOJAS 4 - COMIDA

Un bocado a la vez

Receta para hacer un gato

Misiva

Tacos de muerte lenta

Broth

Receta del viajero hambriento

La venganza del nixtamal

Historia de amor para el niño sapo

Prefiero